Somos una iglesia cristiana, servimos a Santo Domingo con el evangelio de Jesucristo.

Bienaventurados
los mansos

En palabras sencillas, un manso es aquel hombre que con la ayuda del Espíritu Santo ha logrado dominar su hombre interior, de forma tal que ya no tiene sed de venganza o retaliación ni vive para defender sus propios intereses.

[Audio] Salmo 100: Cuatro (4) llamados piadosos

La iglesia de Cristo debería proponerse cada año (con la ayuda del Señor y en su temor) alcanzar un nivel más alto en su devoción. El Salmo 100 es un punto de partida, pues el salmista hace una serie de llamados piadosos que haríamos bien en proponernos responder: cantad, servid, reconoced y entrad.

Bienaventurados
los que lloran

¡Bienaventurados los que lloran! Pues tienen evidencia de la obra del Espíritu Santo en sus corazones, de forma tal que se han vuelto tiernos, significa que realmente están vivos. No sucede naturalmente, pero hay motivos puntuales por los que un hombre sensibilizado por el Espíritu Santo tiene que llorar.

[Audio] Las expectativas de Dios en la crianza

El problema principal de las nuevas generaciones es una ira irracional, muchachos que viven rodeados de privilegios andan por la vida profundamente rotos: airados, dolidos y frustrados; actúan como si acabarán de regresar de la guerra y aún no llegan a los dieciocho años.

(Audio) ¡Dejemos que los niños vengan!

Los niños tuvieron también un lugar importante en el ministerio de nuestro Señor Jesucristo: el Maestro miró los niños, permitió que se acercaran a Él, los tomó en sus brazos, oró por ellos y los bendijo.

(Audio) La relación pastoral

Una valiosa relación en la vida de todo creyente es su relación pastoral, relación que debe ser edificada intencionalmente a través del tiempo con el fin de llegar juntos a glorificar al Señor. El pastor ha sido dado por Cristo a su rebaño para dirigirle, cuidarle y alimentarle, con la advertencia solemne de que un día dará cuenta por cada oveja al Señor de los pastores.

Biografía de Guillermo Carey: un testimonio de perseverancia

Carey se levantó en Inglaterra para llamar la atención hacia una causa que tenía sin cuidado a la generalidad de los hombres de su tiempo: la evangelización de los paganos. Hoy su intención no impresiona mucho, pero en su tiempo era un proyecto provocador.