Hoy por ti, mañana por ellos

La forma en que comienza una relación determina la forma en que se desarrolla. Cristo no invitó a Pedro a seguirle para dar un paseo o recibir un estudio bíblico, sino a seguirle con un propósito claramente definido, que no terminaba en Pedro, sino que lo trascendía, llegando mucho más allá. Le dijo que eventualmente lo convertiría ―por medio de la enseñanza y la práctica― en un pescador de hombres. Quizás la particularidad de su llamado, orientado la acción y no a la reflexión, fue lo que hizo de Pedro un discípulo mucho más proactivo que sus iguales.

El poder de la semilla

Me hace ilusión creer que verdaderamente la fe, la esperanza y el amor pueden crecer en el mundo de forma exponencial si tan sólo hacemos un pequeño esfuerzo por sembrar, aunque sea de forma subrepticia ―escondiéndola por los caminos o dentro de otras plantaciones―, la semilla del reino.
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