El poder de la semilla

SemillaMe hace ilusión creer que verdaderamente la fe, la esperanza y el amor pueden crecer en el mundo de forma exponencial si tan sólo hacemos un pequeño esfuerzo por sembrar, aunque sea de forma subrepticia ―escondiéndola por los caminos o dentro de otras plantaciones―, la semilla del reino. Quizás sea suficiente con dejar caer unos cuantos granos por aquí y otros por allá, pues con uno solo que logre sobrevivir sobreponiéndose a las condiciones hostiles del medio ambiente, será suficiente. Este crecerá, dará fruto y las semillas que contiene ese fruto por dentro darán eventualmente lugar a una enorme plantación. Sólo pensarlo me emociona. Es posible que ni siquiera nos demos cuenta, pero aquel pequeño esfuerzo puede producir tanto fruto como para llenar el mundo. Ya antes ha quedado demostrado.

Hace miles de años un hombre que decía ser el hijo de Dios se sentó en una montaña junto a un puñado de personas e hizo unas declaraciones contundentes, inverosímiles y difíciles de creer para las personas comunes como yo, pero que él creía en lo profundo de su corazón. Dijo que un supuesto reino se había acercado, y lo que dijo fue tan difícil de creer que los romanos ―el más grande reino de entonces― ni siquiera se dieron por enterados y las autoridades de los judíos, aunque le prestaron un poco más de atención, tildaron aquél que prometía consolar, sanar y salvar al mundo por azotado, por herido de Dios y abatido. La gente reaccionó como era de esperar: unos de forma indiferente, algunos se mostraron convencidos al principio, pero cuando llegaron a su casa y lo pensaron mejor, con la cabeza fría, se convencieron de la imposibilidad de implementar aquellas cosas; pero unos cuantos creyeron que era posible, dejaron todo lo que tenían ―algunos vendieron sus pertenencias― y se dedicaron a trabajar juntos por aquel reino invisible que sólo residía en aquel momento en la cabeza de un hombre.

Cada cierto tiempo un soñador ilusiona el mundo utilizando las palabras y las imágenes mentales adecuadas, pero en contadas ocasiones se dedica a vender y vivir el sueño al mismo tiempo; sólo lo anuncia, no se preocupa por ejecutar o implementar. Este que hizo aquellas declaraciones escandalosas sentado en la montaña, eventualmente descendió al pueblo y comenzó a sembrar él mismo la semilla de sus ideas sobre aquel reino a nivel local haciendo un pequeño semillero. Su plan era demostrar, en los próximos tres años, que sus palabras no eran sólo humo, sino que a su debido tiempo y en el terreno adecuado, esta semilla daría su fruto. Se enfocó tanto en hacerlo primero localmente que se negó a sembrar en otros lados o dejar que otros, inicialmente, se beneficiaran de sus frutos. Les dijo a sus colaboradores: no se preocupen, no ha llegado su tiempo, llegará el momento en que esta semilla se extienda y llene el mundo, y serán ustedes los responsables de seguir sembrándola.

Tal como él había dicho, la semilla sembrada rindió su fruto, de ese fruto surgieron nuevas semillas y el reino comenzó a propagarse. Fue tanto el crecimiento, el fruto y el impacto que aquel hombre, quien plantó inicialmente la semilla en este mundo, sin él pedirlo, fue llamado rey hasta por aquellos que inicialmente se burlaron de la viabilidad de su proyecto. Sus opositores, quienes lo rechazaron e ignoraron, quisieron acabar con el asunto eliminando el sembrador, pero ya era demasiado tarde.

El poder del reino no reside en las ramas, ni siquiera en el fruto, sino en una pequeña semilla, quizás tan insignificante como un grano de mostaza, que no se sabe donde está sembrada, si en el tope, en la ladera de la montaña o junto al camino, pero que eventualmente crecerá y seguirá dando sus frutos y con él muchas otras semillas. Para cuando fue quitado el sembrador, ya la semilla había caído en la tierra, y por ser tan pequeña, fue imposible recogerla.

14 comentarios

  1. Muy inspirador este artículo. Nos llama a la verdadera fe y la esperanza en el poder que radica en la semilla. Creo que aquí está verdaderamente la clave de lo que llamamos evangelización.

  2. Así es Henry. Estoy leyendo el libro de los hechos y no termino de sorprenderte con el poder de la semilla. ¡Eso es lo que se llama trastornar el mundo entero! (Hechos 17:16)

  3. Wow! Ese es un punto de vista que no se muestra con frecuencia: Jesús dió el discurso y efectuó las acciones del discurso. Lo que usualmente se ve es que quien usa su boca no es muy dado a usar sus manos y quien usa sus manos no es muy dado a usar su boca.

    Qué bello el ejemplo de Jesús que nos muestra a vivir lo que decimos y a decir lo que vivimos! … uy, y que reto!

    Espero que este artículo/mensaje pueda ser de bendición a muchas personas, incluyendome.

    Dios te bendiga Rafael.

  4. Desde el principio de la creacion, nuestro Padre celestial sembro infinidad de semillas en el huerto para que nosotros (LA CORONA DE LA CREACION) pudieramos comer de ellas y crecer y multiplicarnos sanamente,……¿como no vamos nosotros a responderle a nuestro Creador de la misma manera sembrando su preciosa semilla? es un gran privilegio que nos dio El, nuestro Señor es un magnifico sembrador y su cosecha es inmensurable….asi que nos corresponde ser los mejores sembradores en estos tiempos porque la cosecha es grande……en gran manera…..gracias Rafael por enseñarnos con tus articulos a reflexionar en que:; nuestras bocas son el mejor semillero que Dios nos ha dado y debemos sembrar su Palabra por dondequiera que caminemos. Te bendigo y bendigo tu precioso ministerio, y gracias por permitirme bendecir a todos mis contactos con tus articulos enviandolos por correo….. asi se multiplica aun mas.

  5. Saludos Nelida! Gracias por extender la metáfora llevándola hasta el libro de Génesis. Lo tomaré en cuenta cuando la vuelva a compartir. Un abrazo.

  6. cordial saludos.hos felicito y agradezco por el trabajo que haseis y que sigais adelante que el Señor todo poderoso hos recompenze en todo,sin mas abrazos bendiciones,,,

  7. Este mensaje de la Semilla, me parece maravilloso: nueva ,clara ,facilmente entendible y aplicable.Veo en su redaccion la Luz del Espiritu del Senor. Me estimula a seguir sembrando diariamente en cas, el trabajo y donde voy semillas :de amor, paciencia, alegria, fe, esperanza…Gracias!

  8. que el señor te siga usando, por estas dando testimonio del poder de la semilla cuando cae en tierra fertil (buena tierra)felicidades desde nicaragua.

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