Regresó de la cocina con la botella en una mano, pero cuando llegó hasta la sala se dio cuenta que había olvidado el sacacorchos. Puso la botella sobre la mesa y fue a buscarlo. Mi amiga cristiana, sentada a mi lado, tomó la botella por el cuello y la giró sobre sus manos hasta llegar a la etiqueta. Se le achicaron los ojos intentando conseguir alguna información valiosa entre las pequeñas letras.
— Está bien, son solo 12 grados —dijo en voz alta, como para sí misma.
Nadie entendió el asunto aquel de los grados, pero al parecer no fue grave. De la primera botella fue ella quien más bebió, y estuvo llenando su copa con los demás hasta altas horas de la noche.
Casi todas las conversaciones sobre bebidas alcohólicas entre creyentes terminan en una clasificación de pecado según el grado de alcohol, como si por dos grados más o dos grados menos se santifiquen las bebidas. Cuando un creyente determina beber o no beber en base a los grados de alcohol en la etiqueta de una botella, no está intentando glorificar a Dios en ese aspecto de su vida, sino, sentirse bien consigo mismo, tranquilizar su conciencia.
Hace muchos años mi papá me presentó el mabí de cacheo, una bebida fabricada en base a la copa de un árbol del mismo nombre que sirven en la Barra Sira, ubicada en la salida de Azua. El cacheo ni es cerveza ni es vino, pero tiene alcohol; el amargo de la cerveza y los mismos efectos —si se toma en grandes cantidades— del vino. Tomé dos grandes vasos de mabí de cacheo sin ningún tipo de prejuicios, lo clasifiqué como mabí y mi conciencia estuvo en paz.
Las bebidas y el cristiano es en gran medida un asunto de prejuicios, tradiciones y culturas. Personalmente no tengo problema alguno en degustar una copa de vino, un cóctel o trago extraño de esos que aparecen en el menú de cualquier restaurante, pero evito el consumo de cerveza. Un amigo me preguntó la razón por la cual tomaba alcohol en tragos mezclados (traguitos de colores, según otro amigo), pero no cerveza y no supe que contestarle. La única respuesta que me vino a la mente fue la siguiente: «Prejuicios, solo prejuicios. Es difícil deshacerse de las cosas que le inculcan a uno de niño».
En República Dominicana se toma cerveza Presidente, una cerveza rubia, tipo Pilsner. Tomarse «una fría», como común mente se le llama, es lo más común para cualquier dominicano. La cerveza Presidente, en su botella verde, es tan de aquí como el mangú de plátano, el juego de pelota —béisbol— las habichuelas con dulce y el sancocho. Aún así, es esta bebida la enemiga número uno del común de los cristianos.
En todas las bebidas aplica la norma de los grados —norma bastante subjetiva, dicho sea de paso, pues no tiene un máximo establecido. Quienes la usan solo leen el número en la etiqueta, tranquilizan su conciencia y proceden a tomar— pero con la Presidente no pasa igual. El año pasado, bajo una campaña publicitaria enorme la Cervecería Nacional dominicana lanzó la Presidente Light, con solo 4.3% de contenido de alcohol, pero ni así ha logrado abrirse pasos entre los bebedores cristianos.
Un creyente podrá tomar vino, y se verá bien; sidra, y se pensará que es todo un gourmet; champagne y se verá elegante; pero si es sorprendido con una cerveza Presidente en sus manos, será el peor de todos los pecadores. Los cristianos, y en especial los cristianos evangélicos, tomarán cualquier cosa, menos esa cerveza de botella verde. Sería mejor ser sorprendido abrazando un barril de tequila que con una sola Presidente en las manos.
Viéndolo de este modo, tomar, para gran parte de los cristianos, es solo un asunto de entretener la conciencia con la cifra de una etiqueta y proceder a empinar el codo. Podemos tomar, siempre y cuando encontremos una razón para hacerlo sin sentirnos culpables. Hay resacas que se sienten en la barriga, producidas por el alcohol, pero hay otras que se producen en la mente, producidas por violar nuestras normas, tradiciones y costumbres. Las resacas mentales son tan molestas como las otras.
¿Cómo podemos establecer que la revisión de la etiqueta es para tranquilizar la conciencia y no para tener una dimensión de si puedo llegar o no al estado de embriaguez de una sola copa?
Eso lo pensé tomando en cuenta el ejemplo del amigo del articulo anterior que estaba muy seguro que no afectaba su relación con Dios si consumía alcohol, pero no se embriagaba.
El mayor problem a que tenemos hermano, es la tradicción, no nos deja razonar y nos lleva a ser lagalista, y luego «jueces»; el temor no es a Dios, sino a los «jueces» que debemos enfrentar; Pero no dice La Palabra: que no debemos juzgar, pues si bebemos para el Señor bebemos, y si no bebemos, para el Señor no bebemos.-
Ahora bien, tambien debemos analizar el motivo por el cual se bebe una cerveza; ¿lo hago porque me agrada y controladamente? ó ¿lo hago para ofender a quienes me ven?
La Palabra dice: que tenga cuidado, no sea que mi libertad de beber una cerveza sea de tropiezo para algún hermano, por tanto bebere agua, a fin de no ser motivo de tropiezo a quien es debil en la fe.-
Lucas 7:33 «Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y ustedes dicen: ‘Tiene un demonio.’
Lucas 7:34 «Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.’
Lucas 7:35 «Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos.»
Así dijo un día el Mesías, el Señor de Señores, el Alfa y el Omega… ¿Alguna pregunta? Diríjansela a El.
A&R
Recuerdo que la primera vez que tome cerveza me consolé con que la marta alemana tiene 15 grados de alcohol y me la tomo sin prejuicios…
en lo particular creo que querer es poder, si quieres beber te agarraras de cualquier escusa para justificarte.
A&R, podrias elaborar un poco mas tu postura?
Como le tememos a las cosas los cristianos y no a nuestros corazones o a Dios!
Carlos, no creo que sea temor… es mas un deseo nacido del corazon de honrar a Dios en TODOS los aspectos de nuestras vidas.
Entiendo que hay muchas cosas que bíblicamente no podemos decir que son pecado o no; debido a que la palabra de Dios no habla ni en contra ni en bien. Comprendo también que si algo es motivo de contienda o puede hacer caer al hermano es preferible no hacerlo. No estoy a favor de la Cerveza, pero me preocupa algo y es que el Cristiano tiene que vivir ha veces limitadamente y sin libertad para agradar a otro.
Wow, que buen articulo y tema has tocado. Realmente, la cerveza incluso es más sana que la coca cola, sin embargo, no la soporto!!! no sé como a la gente le gusta, pero ahí esta, para el gusto, los colores…. La probé de niña (una que dejaron mal puesta un dia), luego de adolescente, a ver si era mi niñez y tampoco me agradó.
Muchos no cristianos que me conocen, entienden que no tomo cerveza porque soy cristiana, en parte, es lo que dices, si te agarran con una presidente en la mano…estas pecando, y creo, siendo sincera, que a mi me haria sentir así, por los paradigmas que aprendimos de niños y no nos podemos sacar ya adultos. En realidad, por aquello del debil y demas, entiendo que, si me agradara su sabor, igual no debo consumirla(es algo subjetivo, no lo que les pido a ustedes). Disfruto el vino (y confieso, no leo las etiquetas). Sin embargo, nuestra cultura esta encaminada a consumir otro tipo de bebidas, que hemos catalogado de menos o no alcoholicas.
Este es uno de los temas «tabú» o que a los cristianos menos les gusta tocar. Para algunos la bebida es ocasión de caer y simplemente no pueden soportar ver a otros, y aplican la filosofia: «si yo no tomo, tu tampoco». Creo q eso es objeción de conciencia. A mi tomarme una cerveza no me hace ninguna impresion, ni va ni me viene: creo q no es tropiezo para mi, nunca lo ha sido. PEEERO, sucedio algo no hace mucho…estaba en una playa con gente de mi empresa, celebrando el dia del Trabajador (1 de Mayo). Hacia tanto calor q me ofrecieron una cerveza y acepté. Un hermano de la iglesia también tomo una. El suceso ocurrio a cientos de kilometros de mi ciudad.. sin embargo.. por cosas de la vida…me vio un directivo de la iglesia, que luego de ir con el cuento al Pastor de la Iglesia, decidieron ponerme en disciplina indefinida. Al hermano que estaba conmigo no lo pusieron en disciplina, porque «no lo vieron»; pero a mi si «porque si me vieron»… (¡¡??) Me encuentro suspendido de mis funciones por algo que considero y me perdonan los susceptibles… ¡Una tonteria! Si, lo digo y lo sostengo: y aún lo mantengo. El consejo del pastor fue: «puedes hacerlo (tomarte una o dos) pero que no te vean»…??? honestamente, me parece un «poquito» demasiado hipocrita. ¿Acaso Cristo no bebió vino con los pecadores y fue tildado de borracho? Claro, reconozco q entre Cristo y yo hay años luz de diferencia… pero…no me gusta estar guardando apariencias… me perdonan…es mi opinion..y mi protesta. Y no me da pena hacerla pública, porque no he creo haber herido ni ofendido a nadie…Dios les bendiga ricamente.
Vino en la Biblia…
Bueno, ya que quieren comparar el vino de los tiempos Biblicos con el dia de hoy vamos entonces por lo menos ser FIEL al texto y el contexto.
Vino en los tiempos Biblicos era usado para PURIFICAR el agua. Por lo mismo, la cantidad de vino que se ponia al agua era mas o menos 20 partes de agua para cada parte de vino. Esto producia una bebido que tenia mas o menos de 2.5-2.75% de alcohol. Hoy podemos tomar agua sin tener que «purificarla».
Vino que llevaba a la borracheria en tiempos Biblicos tenia de 3-11% (mas o menos) de alcohol y era condenado. Les dejo de tarea leer las etiquetas porque no tomo vino pero hasta donde me han dicho hoy dia empieza muchas veces en el 9% de alcohol que llega casi al MAXIMO de los tiempos Biblicos.
Proverbios 20:1 El vino lleva a la insolencia,y la bebida embriagante al escándalo; nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!
Realmente este es un tema no para condenar sino para ser edificados. Pero yo pienso que los cristianos deberiamos ser mas originales y no dejarnos imponer nuestro estilo de vida por las personas que no conocen a Dios.
Desde principios del siglo pasado hasta un poco después de mediados de siglo, el alcohol era prohibido y se traficaba con él. Luego lo legalizaron y ya beber es algo normal. Pero el alcohol es contado como una de las principales (si no la numero uno) causa de muerte, accidentes y violencia a nivel mundial. Porque tanto afán por defender algo que ha sido un instrumento de daño masivo y que sin embargo nos beneficia en nada consumirlo. Pregunto yo, ¿Si legalizan las drogas, los cristianos tambien la consumiriamos moderadamente? El alcohol altera los estados de conciencia al igual que otras sustancias, sustancias que los cristianos deberiamos condenar y no defender por el tanto daño que han causado a la humanidad.
Si a herencia nos vamos (y de esto puedo hablar pues soy psicologo) con el alcohol sucede como con otras sustancias, que se hereda la predisposición al alcoholismo. Por eso es que hay personas más vulnerables que otras a la influencia del alcohol. No nos perdamos, el alcohol causa alteraciones a nivel del sistema nervioso central, haciendonos dependientes de alguna manera a su consumo. Espero piensen en esto.
Me apena que ser identificado como cristiano es sinónimo de evángelico o legalista y muchas personas no se acerquen a Dios por la serie de prohibiciones o conenaciones que nosotros los «fariseos» les ponemos y nos hemos olvidado del mensaje principal del Reino de Dios que Jesús vino a dar vida eterna y salvación por pura gracia y no a condenar