Que el día más triste del año venga justo después de la temporada más alegre es una fuerte evidencia de que la cultura puede con distracciones sacar la humanidad temporalmente de su miseria, pero solamente Cristo satisface plenamente la vida del hombre.
El evento evangélico más importante de la historia de la iglesia contemporánea en la República Dominicana es la Concentración Nacional de Confraternidad Evangélica, La Batalla de la Fe, presidida por el pastor Ezequiel Molina Rosario y respaldado por gran parte de la población cristiana, especialmente iglesias pentecostales tradicionales. Ellos acuden con sus sombrillas desde las tres de la tarde.
Los hombres quieren ver a Dios, tener una teofanía, presenciar un milagro, viajar a los días del Nuevo Testamento para ver a Cristo encarnado. La manera en que Dios se ha hecho visible y palpable en nuestros días es por medio de nuestras relaciones de amor. Donde quiera que hay una iglesia conviviendo hay testimonio fehaciente de la presencia de Dios. Al amarnos, hacemos que Dios sea visible.
El sentido histórico es una parte ineludible de la fe cristiana, y mirar hacia atrás (a lo que Dios ya ha estado haciendo) es la manera de ir hacia adelante.
República Dominicana fue la primera nación del mundo en tener un Día Nacional de la Biblia, el 27 de Septiembre. Esto comenzó como una iniciativa del Pastor Álvaro Vicioso Santíl y ha abierto muchas puertas a la promoción de la Palabra de Dios en nuestro país.
En medio de los días difíciles que está viviendo nuestra nación, la iglesia cristiana ha sido insistentemente cuestionada por su pasividad en tomar parte. Nuestros conciudadanos, y también nuestros miembros, están a la espera de que las iglesias cristianas se manifesten: que salgan a las calles, que levanten pancartas; nuestro silencio es tenido en el mejor de los casos como indolencia, y en el peor como complicidad.