Muchas personas están buscando una iglesia unidad, lo que regularmente significa, una en la que todos sus miembros se parecen. Su búsqueda de unidad puede ser muy loable, pero ese no es el camino que muestra el Nuevo Testamento. Cuando Pablo le escribió a la iglesia, en Efesios 4:13, les invitó a buscar una unidad centrada en Cristo. Les dijo el apóstol: «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios». La unidad no está en que tengamos todos el mismo temperamento, la misma formación familiar o trasfondo étnico, sino, en parecernos todos un poco más a Cristo.