Se les llama «ministros bivocacionales» a quienes aparte de su trabajo en la iglesia tienen que hacer otros trabajos para buscar su sustento y «ministros a tiempo completo» a quienes pueden dedicar todo su tiempo al trabajo en la iglesia y desde él pueden ser sostenidos.
No es un asunto de hacer acepción de personas: si alguien no tiene la naturaleza correcta no puede ser pastoreado. De hecho, sabemos que somos del Señor porque soportamos el cuidado pastoral, lo anhelamos y lo deseamos. El hombre natural, en su rebeldÃa, no puede ser pastoreado.
No es lo mismo mover ovejas que mover cajas, o camiones, o dirigir los operarios de una lÃnea de producción.
Dejar de pensar en mà para pensar en nosotros y proyectarnos en forma corporativa es un esfuerzo constante e intencional. ¡Es parte de morirnos a nosotros mismos!
Comenzar el trabajo de edificación sin comprender bien el mecanismo solamente conduce a la frustración y a un cansancio sin fruto.
Una valiosa relación en la vida de todo creyente es su relación pastoral, relación que debe ser edificada intencionalmente a través del tiempo con el fin de llegar juntos a glorificar al Señor. El pastor ha sido dado por Cristo a su rebaño para dirigirle, cuidarle y alimentarle, con la advertencia solemne de que un dÃa dará cuenta por cada oveja al Señor de los pastores.