No es lo mismo mover ovejas que mover cajas, o camiones, o dirigir los operarios de una lÃnea de producción.
Aquà el Apóstol Pedro (1) describe el amor como algo prioritario, alcanzable y que deberÃa ser ferviente; (2) muestra una buena razón para buscar que asà sea y (3) presenta dos ejemplos prácticos de la expresión del amor: la hospitalidad y el servir a los demás con nuestros dones.
En palabras sencillas, un manso es aquel hombre que con la ayuda del EspÃritu Santo ha logrado dominar su hombre interior, de forma tal que ya no tiene sed de venganza o retaliación ni vive para defender sus propios intereses.
Jesús, desde un banquete real en el que ocupaba un lugar de importancia, comparte una parábola sobre un banquete imaginario en el que entrarán invitados sin mérito alguno y en la que todos los presentes (los convidados, los siervos del anfitrión y el anfitrión) se sentirán representados.
El hecho de ser cristianos no nos exonera la tribulación, tanto los justos como los injustos seremos atribulados. Nuestra única diferencia está en que para nosotros, la tribulación tiene sentido y provecho, un propósito predestinado desde antes para nuestro bien. A eso se le llama santificación: Dios formando en nosotros la imagen de Cristo.
El llamado de Cristo a sus discÃpulos no fue finánciame, sino sÃgueme, algo que no afectarÃa tanto su bolsillo como su tiempo, y es esta precisamente la paradoja de nuestros dÃas: hoy hay más gente dispuesta a poner su mano en el bolsillo que gente dispuesta a poner su mano en el arado. En los […]