En medio de los dÃas difÃciles que está viviendo nuestra nación, la iglesia cristiana ha sido insistentemente cuestionada por su pasividad en tomar parte. Nuestros conciudadanos, y también nuestros miembros, están a la espera de que las iglesias cristianas se manifesten: que salgan a las calles, que levanten pancartas; nuestro silencio es tenido en el mejor de los casos como indolencia, y en el peor como complicidad.
Orar es más que pedir cosas, es también manifestar una actitud ante nuestro Señor, ¡y rendir cuentas! Cuando venimos a su presencia, aún antes de abrir los labios con nuestra actitud ya estamos hablando.
Cuando oramos, no lo hacemos contando solamente con que podemos recibir la respuesta de un padre amoroso, sino también con la expectativa de que el EspÃritu Santo puede persuadirnos en la intimidad de la oración acerca de un camino mejor, un deseo más alto y un anhelo más cercano al corazón de Dios, que es el mayor deleite en la vida hombre.
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 1 Timoteo 2:1-2 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que […]
En cuanto la oración —una disciplina espiritual— el cuadernito es la herramienta clave, nos ayuda a orar más y mejor, sobre todo, convierte lo que hoy es una petición de oración en un motivo de acción de gracias para mañana.
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. (Génesis 2:20) Adán, en el huerto del Edén, percibió una necesidad. Utilizo intencionalmente la palabra percibió —no tuvo—, pues la necesidad estaba presente en él desde mucho […]