Es deseable y necesario el involucramiento de todos los creyentes en la obra del ministerio, pero antes de entrar, el obrero deberÃa tener una fuerte convicción de que es el Señor que le está llamando, que su trabajo no es solamente el resultado del activismo o de la necesidad imperante, ni siquiera de la profunda compasión, sino que él es la respuesta de Dios ha una oración urgente.
Se les llama «ministros bivocacionales» a quienes aparte de su trabajo en la iglesia tienen que hacer otros trabajos para buscar su sustento y «ministros a tiempo completo» a quienes pueden dedicar todo su tiempo al trabajo en la iglesia y desde él pueden ser sostenidos.
La iglesia cristiana no es una fundación ni una ONG, la tarea no es solamente práctica, sino principalmente espiritual. Es absolutamente necesario que sea evidente una relación personal creciente con el Señor de la obra antes de ponerle la mano al arado.
Comenzar el trabajo de edificación sin comprender bien el mecanismo solamente conduce a la frustración y a un cansancio sin fruto.
Quisiera implementar en el trabajo que mis hermanos y yo hacemos para el Señor las mejores prácticas que estén a nuestro alcance: no solamente servir a los demás con nuestros dones, sino hacerlo como buenos administradores.