No es un asunto de hacer acepción de personas: si alguien no tiene la naturaleza correcta no puede ser pastoreado. De hecho, sabemos que somos del Señor porque soportamos el cuidado pastoral, lo anhelamos y lo deseamos. El hombre natural, en su rebeldÃa, no puede ser pastoreado.
No es lo mismo mover ovejas que mover cajas, o camiones, o dirigir los operarios de una lÃnea de producción.
Jesús vio la gran cantidad de gente que lo seguÃa y sintió mucha compasión por todas esas personas, porque estaban confundidas e indefensas. Eran como ovejas que no tienen un pastor que las cuide. (Mateo 5:36 TLA) En casi tres años que tengo en el ministerio pastoral me he dado cuenta de que la mayorÃa […]