Si viniste a Cristo siendo un adulto y estás luchando para hacer en tu vida la voluntad del Señor, espero que en este artículo puedas ver que no estás solo y encontrar aliento. ¡Confía en el poder del Evangelio!
Que Dios te use a pesar de tu desvarío no es un testimonio se Su aprobación, sino de Su soberanía. Dios es el creador y el hombre la creatura, el creador puede usarnos soberanamente como herramienta suya sin que su trato implique que se agrade en nosotros.
La completa eliminación del hambre, de la enfermedad o las injusticias no debería ser nuestra aspiración en este momento. Pero el otro extremo, la indiferencia, tampoco debería ser nuestro lugar: sabemos que siempre tendremos pobres entre nosotros, pero podemos trabajar para que no sean siempre los mismos.
Calendario Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que…