Quienes por años hemos estado leyendo la Biblia podemos dar por sentado que todo el que tiene una sabe usarla, y quienes comienzan a leerla piensan que algunos tienen una capacidad especial que les permite llegar instantáneamente a cualquier versÃculo de la misma, para ellos, es buscar la aguja en un pajar y una labor estresante.
Asà como cada cristiano es un teólogo, deberÃa ser también un historiador; y de hecho, no será un buen teólogo si ignorara la historia. Nuestra fe es viva, razonable e histórica, despojarla de este elemento serÃa igualarla al mito.