Si realmente los cristianos tenemos una doctrina superior, deberÃa serlo también nuestra manera de vivir. A diferencia de la filosofÃa, que encuentra su propósito en el conocimiento por sà mismo, la doctrina cristiana carece de valor cuando solamente se entiende; hasta que no somos llevados a actuar, a decidir, a cambiar de rumbo, ella no ha alcanzado su propósito.
Quienes por años hemos estado leyendo la Biblia podemos dar por sentado que todo el que tiene una sabe usarla, y quienes comienzan a leerla piensan que algunos tienen una capacidad especial que les permite llegar instantáneamente a cualquier versÃculo de la misma, para ellos, es buscar la aguja en un pajar y una labor estresante.