Viene sucediendo desde el libro de los Hechos en cada momento de la historia, cada vez que el reino de los cielos se ha abierto camino entre las tinieblas ha dejado tras su paso una estela de benevolencia: testimonios, instituciones, justicia y solidaridad.
Si realmente los cristianos tenemos una doctrina superior, deberÃa serlo también nuestra manera de vivir. A diferencia de la filosofÃa, que encuentra su propósito en el conocimiento por sà mismo, la doctrina cristiana carece de valor cuando solamente se entiende; hasta que no somos llevados a actuar, a decidir, a cambiar de rumbo, ella no ha alcanzado su propósito.