Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.Filipenses 2:5-7 RVR
Introducción
Ya que nuestro Dios ha dado tal muestra de humildad (despojándose de sí mismo y tomando forma de siervo), lo mínimo que podemos hacer nosotros es seguir su ejemplo.
En el mes de diciembre el mundo da inicio a una temporada de benevolencia sin causa: el llamado «espíritu de la navidad» envuelve a los hombres en una atmósfera temporal de mutua consideración: se evita el conflicto y se promueve la paz. Pero los cristianos sí tenemos motivos. La carta a los Filipenses nos recuerda que la razón central para evitar la contienda y la vanagloria —llegando a considerar sinceramente a los demás como superiores a nosotros mismos, en todos los meses del año— es el hecho sobrecogedor de la encarnación de Cristo. Ya que nuestro Dios ha dado tal muestra de humildad (despojándose de sí mismo y tomando forma de siervo), lo mínimo que podemos hacer nosotros es seguir su ejemplo. Hoy veremos el verdadero significado de la humildad tal como se expresa en la encarnación.
Audio La encarnación de Cristo: un ejemplo de humildad. Sermón predicado en nuestra iglesia el Domingo 6 de Diciembre del 2015. Descargar MP3