Gratitud es la expresión de aquel que ha recibido algo, y en nuestra relación con Dios debería ser esta una constante. Dada la multitud de los bienes recibidos de Él, nos quedaremos cortos en nuestra expresión de agradecimiento, por eso, todo momento es oportuno para estimular la gratitud, es una de las cosas que nunca sobran, sino que siempre hacen falta.