Los cristianos podemos aceptar con facilidad que Dios ha mostrado su amor para con nosotros de una manera especial, «en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros», pero regularmente obviamos que la gracia común de Dios está disponible para todas sus criaturas.
Esta es la historia de unos padres cuyo hijo nació en un momento poco favorable, que tuvieron que proveerle con los limitados recursos que tuvieron a mano y que aprovecharon bien el tiempo y el beneficio que providencialmente recibieron: poder formar en los primeros años el carácter de su hijo, de forma tal que pudiera retener sus convicciones durante toda su vida, cuando ya no estuviera con ellos.
La creación completa sigue ciclos recurrentes que nos permiten detenernos, mirar hacia atrás, pasar balance, luego mirar hacia delante y comenzar de nuevo. Nuestro planeta ha dado una vuelta completa alrededor del sol, el creador anuncia que hemos terminado un período de misericordia y comenzado otro, tenemos una nueva oportunidad de hacer cosas para la gloria suya.
Solamente uno abrió su boca para glorificar a Dios. Solamente uno se postró rostro en tierra humildemente a los pies de Cristo. Solamente uno dio las gracias. Todas las bocas se abrieron para pedir, sólo una boca se abrió para agradecer.
Si el mundo celebra la navidad del Dios que no conoce, aprovechemos su intención para presentárselo. Si del anuncio que dio el ángel celebran solamente la primera parte (el nacimiento) aprovechemos la ocasión para darles el anuncio completo: lo que Cristo vino a traernos (salvación) y también lo que Cristo nos exige (sujeción a su señorío).
Este es el sermón más importante que una persona escuchará en su vida, no porque lo haya predicado yo, sino por lo que yo prediqué, que es lo mismo que miles de predicadores han venido anunciando reiteradamente en los últimos dos mil años.
La adoración que Dios recibe comienza con una correcta idea de quién es Él:…
Presentación Esta es la última parte de esta serie de artículos sobre el canto…
Pero sobre todo canten espiritualmente. Tengan su vista puesta en Dios en cada palabra…