El canto congregacional (5/8)

Punto #4: El canto congregacional debe ser un canto entendible.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.1 Corintios 14:15 RVR

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Subir el nivel intelectual

Una cosa es utilizar un rico vocabulario para que la gente conozca mejor determinados atributos de Dios y otra, distraer el pueblo sin ningún propósito loable.

Introduciré este punto argumentando sobre la importancia de cultivar el intelecto del pueblo de Dios. Gran parte de la herencia musical cristiana puede resultar difícil de entender para la mente no cultivada, pues utiliza un vocabulario amplio y expresiones cargadas de adjetivos. Lo que podría ser dicho de forma más llama se elabora, pues es el recurso descriptivo que tenemos para expresar la grandeza de nuestro Dios. Esta parte de la serie no pretende bajar el nivel intelectual de nuestro canto, sino, evitar que se confunda al pueblo innecesariamente, pues una cosa es utilizar un rico vocabulario para que la gente conozca mejor determinados atributos de Dios y otra, distraer el pueblo sin ningún propósito loable. Muchas congregaciones lo que necesitan no es una selección de canciones más sencillas, sino, utilizar el diccionario. La diferencia entre la canción sencilla, la canción elaborada y la canción confusa se puede ilustrar con las evidentes diferencia está entre el paisaje que dibuja un principiante (simples trazos que describen algo), el cuadro de un pintor realista (cargado de colores, sombras, matices y pequeños detalles que nos permiten adentrarnos mejor en el paisaje) y el cuadro de un pintor modernista (cuyo mensaje busca intencionalmente ser confuso).

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Si la iglesia cambia las canciones cada domingo difícilmente llegará a cantar con entendimiento.

Nuestro canto puede ser difícil de entender, pero deseamos que sea entendible. El himno que nos habla de la luz refulgente no busca dejarnos a oscuras, sino, que entendamos hasta qué punto brilla aquella luz. Para mejorar el entendimiento del canto congregacional hace falta el esfuerzo intencional de la congregación. Un adorador diligente trata de entender cada palabra que expresa para poder expresarla con sentido y emoción, por eso, la primera vez que escuche una canción tratará de entender su tema, cada una de sus partes y hasta el preciso significado de cada palabra. Su diligencia le hará consultar el diccionario de la lengua y diccionarios bíblicos para entender conceptos teológicos como la redención o la expiación. No debemos aspirar a que sean los hermanos que nos dirigen en el canto quienes bajen al nivel del menos instruido, debemos elevar el nivel intelectual de nuestra congregación para que cante con entendimiento. Por eso es útil que la misma canción se mantenga por un tiempo prudente en el programa de cantos, pues la primera vez que la cante la congregación tratará de entenderla y en las siguientes cantará mejor. Si la iglesia cambia las canciones cada domingo difícilmente llegará a cantar con entendimiento.

Hechos concretos revelados:
Obra, Doctrina, Carácter

Una canción apropiada describe algún atributo del carácter de Dios, alguna obra de Dios o alguna doctrina [hechos concretos revelados].

Resuelto el tema anterior, paso a explicar lo que se debe evitar. El canto congregacional debe de ser un canto intencionalmente claro, no ambiguo; concreto, no abstracto; objetivo, no subjetivo. La tendencia actual es a la canción que marea, cuyo tema no queda claramente establecido y tampoco se puede establecer a quién está dirigida. Los salmos pueden ser complejos, algunos requieren un arduo esfuerzo intelectual antes de entregarnos su sentido, pero las barreras no son caprichosas, sino históricas —tenemos que inferir el contexto en el que fueron escritos—, lingüísticas —no fueron escritos en nuestro idioma— o hasta estilísticas —la poesía oriental difiere en varios aspectos de nuestra poesía occidental—, pero estoy seguro de que quienes escribieron esas expresiones de adoración no pretendieron intencionalmente ser confusos, sino claros. Una canción apropiada describe algún atributo del carácter de Dios, alguna obra de Dios o alguna doctrina, ilustrados por un suceso, algún recurso poético o testimonio, pero la base de la misma es siempre un hecho concreto revelado: atributo, doctrina y obras. Cuando ese hecho concreto no es claro, entonces baja enormemente la calidad del canto. Sublime gracia, por ejemplo, es en gran medida el testimonio personal de John Newton, un traficante de esclavos alcanzado con salvación, pero el hecho concreto de su canto —doctrina de la gracia del Señor— queda claramente establecido, aunque usted no sepa lo que fue su vida antes de venir a Cristo. Quizás no sepamos cuán infeliz era ese pecador a menos que leamos su biografía, pero sabemos que estamos cantando de esa gracia. Para favorecer el entendimiento debemos seleccionar canciones cuyo tema y propósito (centrados en un hecho concreto revelado) queden claramente establecidos. No queremos hacer un gran esfuerzo para entender tus anécdotas o vivencias, sí queremos hacerlo para entender la revelación de Dios.

Arte / diseño

El arte es subjetivo y busca dar un mensaje diferente a cada persona de acuerdo a su contexto particular, el diseño, por el contrario es objetivo y busca dar el mismo mensaje a cada persona sin importar su contexto.

Existe una gran diferencia entre lo que es arte y diseño. El arte es subjetivo y busca dar un mensaje diferente a cada persona de acuerdo a su contexto particular, el diseño, por el contrario es objetivo y busca dar el mismo mensaje a cada persona sin importar su contexto. Mientras corría por la correa transportadora de un aeropuerto pude ver rápidamente cuadros abstractos por toda la pared y lamenté no tener más tiempo para detenerme a contemplarlos y ver qué me transmitían, pero pude con facilidad encontrar mi puerta de salida guiándome por las señales de color azul sobre blanco que un diseñador estratégicamente colocó. Así mismo, un compositor cristiano debería aspirar a colocar en su música señales claras para llevar el pueblo a Dios, dirigir en vez de distraer, que su música tenga muchos colores, pero que esos colores tengan un propósito. Sobre todo una buena canción cristiana debería decirnos a todas las personas lo mismo sobre Dios —su carácter, sus obras, su doctrina— sin importar nuestros contextos particulares. No está mal utilizar metáforas y hasta analogías, pero hagámoslo para aumentar la carga de significado, no para reducirla.

Una advertencia de claridad

Con dificultad se encontrará una canción cristiana en una emisora secular que establezca claramente la deplorable condición del hombre o la santidad de Dios.

Desde hace algunos años las emisoras seculares han comenzado a colorar canciones cristianas, lo que es una gran cosa, pero lamento que no seleccionan aquellas canciones en las que los atributos, obras y doctrinas de Dios son más claramente entendibles, sino, aquellas cuyo tema es difuso y en determinados casos hasta ambiguo. Con dificultad se encontrará una canción cristiana en una emisora secular que establezca claramente la deplorable condición del hombre1 o la santidad de Dios2, se limitan a pintar algunas ramas mientras ignoran el Evangelio3, que es el tronco de toca la revelación: Dios es santo y nosotros pecadores; Cristo murió por nuestros pecados y resucitó, nosotros nos levantaremos con Él y sin Él seguimos bajo condenación. ¿Alguien ha escuchado últimamente alguna canción cristiana que exprese claramente el destino de los impíos en alguna emisora secular? ¡Hasta en las emisoras cristianas ahora mismo es difícil escuchar cantar sobre esas cosas! Se habla como a contraluz, difusamente, de forma abstracta de algunas partes de la revelación de Dios y se confunde al impío haciéndole creer que las promesas de bienestar son para él. No está mal que se coloquen canciones cristianas en emisoras seculares, pero desearía que se colocaran las mejores.

Ritmo / Entendimiento

Encontraremos en la histórica de la música determinados ritmos que favorecen el sentido y otros que lo desfavorecen.

El canto congregacional debe de ser entendible y para eso tenemos que ocuparnos en cultivar nuestra mente, cubrir hechos concretos revelados (el carácter de Dios, su doctrina y sus grandes obras), preferir lo objetivo ante lo subjetivo y desear transmitir claramente el mensaje. Así mismo, conviene que el canto congregacional sea desarrollado en un ritmo que favorezca el sentido. Mucho se ha debatido el asunto de cuáles son los ritmos apropiados para la música cristiana. Algunos han intentado resolver el asunto desde su preferencia particular (es apropiado lo que me guste a mí), desde la tradición (es apropiado lo que se ha estado haciendo hace cien años) desde la cultura (debemos adorar a Dios en el ritmo que nos enseñaron los misioneros) o desde la hermenéutica (tratando de entender cómo sonaban los salmos infiriendo la combinación de los instrumentos que en ellos se mencionan); yo quiero ofrecer una alternativa: resolvámoslo por su propósito. Si queremos que el canto sea entendible, encontraremos en la histórica de la música determinados ritmos que favorecen el sentido y otros que lo desfavorecen, una música que es más apropiada para acompañar las palabras que ponemos en la mente y otra que deja de lado las palabras y está diseñada para ser sentida con el cuerpo.

Así como las películas acompañan los diálogos como una música instrumental que favorece el entendimiento —agregando emoción mientras se permite escuchar la conversación— en el canto congregacional la música busca lo mismo: acompañar. También la música hace una labor nemotécnica, ayudándonos a recordar la letra, por eso es más fácil recordar la letra de una canción que un discurso. (Algunas porciones del Nuevo Testamento al parecer fueron inicialmente canciones cortas que favorecían su preservación en tiempos en que los documentos escritos no eran comunes.) A la hora de buscar un ritmo para transportar el sentido de nuestro canto recordemos siempre que queremos que el pueblo entienda.

  1. Génesis 6:5 RVR: «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal». []
  2. Isaías 6:3 RVR: «Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.» []
  3. 1 Corintios 15:3-4 RVR: «Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras». []

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